Luis Vea (Barcelona).
Fotografías de Pilar I.
La escritora Paloma Bravo, una representante de prensa
de la editorial Plaza y Janés, Irene Pérez, y yo quedamos en vernos en el
céntrico Café de la Ópera situado en la Rambla de Barcelona. Lamentablemente el
local estaba muy concurrido y tuvimos que ir a un lugar cercano no exento del
ruido del que huíamos por lo que ha sido un poco difícil transcribir la
entrevista tras tanto sonido de tazas y de platos en movimiento, aún así
supongo que está lo fundamental de esta conversación que tuvimos el pasado día
16 de mayo un poco antes de las cinco de la tarde y hasta más allá de las cinco
y media.
Luis Vea: La vida de Mica parece un poco atípica
-viajes, reuniones, lujos, mucha gente-, sin embargo seguro que a algunas
mujeres les puede llamar la atención un tipo de vida como éste, ¿no crees?
Paloma Bravo: Yo nunca la había visto atípica, la
había visto una vida muy ejecutiva. No nos damos cuenta pero hay muchos más
viajes en el mundo laboral, mucho más stress de lo que parece. Todos los días
trabajando con gente muy distinta. Yo entiendo que eso pasa en casi en
cualquier profesión. ¿En el sentido de llamar la atención de ser deseable? Sin
duda una vida viva, llena de gente, llena de viajes es deseable para cualquiera.
Seguro.
L.V: Muchas de las cosas que vive Mica le suceden por
enfrentarse de una determinada manera a la vida. ¿Lo crees así?
P.B: Las provoca. Sí, sí. Mica es un poco…Ella lo
dice. Hay un momento en que dice para qué conformarse con una tempestad
pudiendo provocar un tsunami. Porque ella es muy frontal, es muy poco cauta.
Muchas veces cuando tropieza con algo ya puestos se tropieza con el mundo
entero.
L.V: En La piel
de Mica se habla mucho de sexo, también en las conversaciones entre
personajes, sin embargo en el libro apenas hay descripciones de escenas de
sexo.
P.B: Yo ahí discrepo, creo que sí hay escenas de sexo,
creo que hay no te diría muchísimas, porque no es una novela erótica, pero sí
hay cuatro o cinco escenas de sexo que son bastante realistas y bastante
potentes. Pero es verdad que se habla mucho de sexo porque pasa un poco como en
la vida. Después de 50 sombras de Grey se
habla mucho más de sexo de lo que lo practicamos todos.
L.V: Mica tiene dos círculos de personas a su alrededor
que son su calma y la influyen. Por un lado su madre, Clara y Ana. Por el otro
Manu, Diego y Miguel. Uno de mujeres y otro de hombres. Separados. ¿Curioso,
no?
P.B: Los has separado tú. Has hecho un poquito de
trampa y los has separado tú porque, en realidad, para mí, tal y como yo lo
veo, Clara es hija de Miguel pero no está en el grupo de las mujeres. Su madre
sí, por supuesto, y la relación que tiene con Ana, que es la única amiga que
tiene, porque Mica tiene dos amigos tíos, es muy masculina. Sin embargo la
relación que tiene con Miguel, su ex, es masculina. Yo, si tuviera que hacer
grupos, haría la madre y Miguel como el amor incondicional y Manu, Diego y Ana
como más de amistad.
L.V: En general los directivos no salen demasiado bien
parados en el libro. Tipos sin escrúpulos, sedientos de poder y de lujos. ¿Es
un tópico?
P.B: Discrepo otra vez un poquitín, sé que hay mucho
jefe mediocre que resalta mucho, mucho jefe malsano, de hecho hay un jefe
acosador, pero luego hay algún jefe bueno y, sobre todo hay gente normal, gente
que trabaja y quiere hacer las cosas bien. En cuanto a si es un tópico creo que
no. No hay nada más que echar un vistazo alrededor para secundarlo. La
estadística funciona. El porcentaje de gente buena, inteligente y valiente es
menor. El porcentaje de gente torpe y cobarde, y no lo digo intentando juzgar o intentando colocarme en su sitio no,
pero que haya una estadística… no siempre está el mejor. A veces consiguió ser
jefe el que estaba allí y sobrevivió mejor. Es como en política. Yo estoy
segura que en el Partido Popular y en el Partido Socialista hay gente más
brillante que Rajoy o Zapatero, que no me parecen especialmente brillantes,
pero la gente brillante siempre destaca
por algo que hace muchos enemigos y luego lo que pasa es que es muy difícil
confirmar. Si fuera fácil…
L.V: Un personaje curioso que aparece básicamente al
final es Clara. Una niña-adolescente preguntona que todo lo que tiene que ver
con sexo se lo pregunta a Mica.
P.B: A veces es mucho más fácil hablar de sexo con
alguien que no es ni tu padre ni tu madre. Yo tengo una hija que tiene dos
hermanas mayores y yo no soy su madre, no soy su amiga, soy la madre de su
hermana. Lo que soy para ellas es una adulta, que saben que está para ellas,
que saben que las quiere, que saben que no las va a juzgar. Esa sensación
sinvergüenza que lo transmite todo, es algo que muchos adolescentes buscan eso,
algún tipo especial que puede ser un tío, que puede ser una madrastra, quien
sea, pero siempre buscan un adulto que no sea un padre.
L.V: Mica parece vivir en un mundo de pijos y viajes
pero al final del libro toma un giro y aparece un discurso que podría conectar con el 15M.
¿Es así?
P.B: Yo creo que el 15M o esa conexión que tú ves con
el 15M es la conexión del cuestionamiento y del “no nos representan”, está en
todo el libro. Una cosa es el contexto que uno no elige, tener un buen trabajo
y que te paguen un billete en business y otra cosa es no ver lo que tienes
alrededor. Entonces, el libro si te das cuenta, son 18 o 20 años de historia,
el 15M acaba de cumplir dos. Digamos que si
los dos últimos años de Mica son los dos últimos años del libro, es
lógico. Con el 15M conectamos todos los que no nos conformamos. Yo no lo veo
tanto como un giro, sino como una evolución natural.
L.V: En la parte final hay muchas más aseveraciones
sociales y políticas que en todo el resto del libro no aparecen. ¿Por qué?
P.B: Es por lo que decía ahora mismo. Hace 15 años a
ninguno nos preocupaba la sanidad pública, la dábamos por hecha. Nos preocupa
desde hace dos cuando nos la están quitando.
L.V: Pero nos preocupaban otras cosas. Cuando yo entré
en la facultad me preocupaba el sistema educativo, la implantación de los
númerus clausus. Me preocupaban muchas cosas y eso también es política. También
es sociedad.
P.B: Sí pero quizá son cosas menos tremendas, son
cosas más pequeñas. Yo creo que el hecho
de que realmente ahora mismo si no
puedes pagarlo puedas morir de cáncer es
muchísimo más grave que un tema de númerus clausus, la verdad. Igual es mi
opinión pero el alcance de los problemas que tenemos ahora es más general.
Antes a cada uno nos preocupaba nuestro trocito del problema.
L.V: La imagen que muestra el libro sobre el
periodismo está bastante alejada del típico periodista de calle buscador de la
noticia, ¿no crees?
P.B: ¿Cuántos periodistas de calle conoces?
L.V: He conocido unos cuantos pero vaya cada vez menos
porque todo el mundo se mueve en la era de internet.
P.B: Pero no es sólo por internet. Al final los
periodistas que tienen un sueldo son periodistas que están en grandes medios,
ya no trabajan en un periódico en una sección de sucesos. La información local ha
desaparecido de los grandes medios. El reportaje se ha eliminado, hay muchísima
información de agencia y sobre todo hay mucho periodista que a veces copia y
pega. No quiero decir eso pero sabes que el periodismo tal y como nos lo
imaginábamos cuando estudiábamos no existe. No conozco a nadie ahora mismo que
haga ese periodismo idealista.
L.V: Siguiendo con el periodismo. Sabrás la
precariedad que hay en el sector y la cantidad de despidos que se han producido
en los medios, sin embargo, y excluyendo el propio despido de Mica, no es un
tema que aparezca demasiado.
P.B: No, por supuesto que no. Este libro no va de
periodismo. Es una novela de hacerse mayor y sí que hay una parte que habla de
las grandes empresas como metáfora de un problema que se ha convertido en un
problema de las grandes empresas así como de las instituciones que nos han
fallado a todos, son instituciones lentas, cuesta moverlas, les cuesta
adaptarse, mandan los de siempre, mandan de la misma manera que hace años… Mica
es periodista, podría haber sido, no sé qué decirte, podría haber sido
diseñadora de moda. La hice periodista porque me pillaba más cerca pero no
pretendí sólo hablar del periodismo, pretendí hablar de lo que es crecer, lo
que ha sido crecer entre la gente que tiene 35 a 45 años, que se ha hecho joven
con una serie de cosas garantizadas y que se está haciendo mayor en una situación
mucho peor.
L.V: La relación Miguel-Mica no termina de cerrarse.
¿Es así como deseabas que terminara? ¿Hay intención de retomar a Mica en otro
libro que por otra parte supongo te que estará dando más de una satisfacción?
P.B: La primera satisfacción que me ha dado Mica es
que a los cinco minutos de poner a la venta el libro había que reeditarlo.
La relación entre Mica y Miguel no se resuelve porque
a mí no me gustan los finales cerrados, es una manía que tengo. Yo creo que
todos los finales son nuevos principios. Acabarla también con un final que
parezca un final feliz… yo nunca lo vi como un final feliz, lo vi como un
principio. En este caso es lo mismo. No hay que decir si Mica y Miguel se besan
y siguen juntos ¿Qué pasa después del The End en las grandes películas? ¿Fueron
felices y comieron perdices? O no.
L.V: La gente de la calle ya no lee periódicos, no ve
las noticias de televisión. El periodismo es una de las profesiones junto con
la política que más desprecio provoca entre la ciudadanía debido a su ligazón
con el poder y por su defensa de las élites que tienen la propiedad de los
periódicos. ¿Cómo se ve este fenómeno desde el oficio de periodista?
P.B: Tengo que volver a discrepar. Creo que es verdad
que la gente lee menos periódicos de papel y según los datos de la televisión
ve menos informativos. Sin embargo la gente busca más información que hace unos
años y que la gente joven está cada vez más interesada por la información,
están más interesados precisamente porque no están conformes. Desde los grandes
medios esto se ve con preocupación, con miedo, con intentos de autocrítica, con
responsabilidad. Intento pensar en medios sin poner nombres ni apellidos,
medios independientes, lo que no existen son los medios objetivos. Yo sí creo
que hay medios independientes que no tienen el alcance de los grandes. Hay una
parte histórica, de la trayectoria de las marcas. Medios como eldiario.es son
medios que se están autofinanciando de alguna manera a través de socios. Es un
periodismo con opinión pero es un periodismo en el que no dejan de poner una
noticia. Los grandes medios han llegado a un punto en que no pueden vivir del
papel y lo están intentando, el problema es que lo están haciendo tarde pero
público sí que hay sino no sería España uno de los países con mayor penetración
y sólo por una red social que es informativa, no una red social de copas.
L.V:¿Puedes hablarnos de tu próximo proyecto?
P.B:Estoy trabajando en tres cosas. Mica está en la
nevera. No tengo pensado rescatarla porque creo que está muy bien donde está.
Pero estoy trabajando en tres cosas. Una es un libro de cuentos para niños,
otra es la adaptación teatral de La
novia de papá, mi primera novela, que espero podamos estrenarla a finales
de este año y la otra es una historia que no sé todavía si es novela o teatro o qué y que supongo
cuando tenga tiempo de verdad, que supongo después del verano, me pondré con
ella.
Pues muchas gracias por tu tiempo y suerte con esta
segunda edición.
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