martes, 5 de mayo de 2015

HIERBA OLIENDO A CARNE DE RAQUEL ZARAZAGA



Hierba oliendo a carne

Raquel Zarazaga

Ed. Baile del sol, 2013

65 páginas

8 euros



Hace un tiempo que leí el libro de Raquel Zarazaga. Hoy he vuelto a él, he releído su dedicatoria: “Hierba oliendo a carne, lleno de mujeres con olor a tierra”.


Tierra y mujeres. Me he permitido dejar algunas palabras.


He oído y leído a la autora defender (referirse a ) su libro hablando y reiterando a las mujeres. Ellas están presentes en los rincones del libro, en los versos. 


En una primera parte las encontramos en lugares, en ciudades: en Praga, en Trinidad (la isla, supongo), en París, en Perú, en Londres. Tienen nombres determinados, no son mujeres anónimas. Se llaman Lucinka o Nicolasa, Casilda, María Dolores, María la Gorda, madame Bijoux (de hecho no importa la clase social), Bella Juanita, Mizzy. Son señoras o son prostitutas. Todas mujeres.


En una segunda parte del poemario la importancia ya no estriba en el lugar, tal vez los espacios se acortan (p.30):


“Sea siquiera ella

quien me habite esta noche”



Más cercanía, más carnalidad (p.33):



“Peregrinos,

tras tanta lucha nunca sabemos

cuando a gustar convida

el amor y su deseo”



Carnalidad-religión, difícil binomio (p38):



“ Y así,

mientras el fuego de la sífilis la devoraba

asomando brutal en su cuerpo,

causando lastimoso horror,

ella hacía acopio de oraciones y penitencias”



El poema se reitera - La monja muerta y la monja muerta II-. Me quedo con estos últimos versos (p.40):



“Y aun siendo una ilusión

consigue engañarles.

Es la costumbre.

Necesitamos la luz,

la buscamos a toda costa”



Retornos y finales más contudentes.


En la última parte también hay mujeres. Mujeres reales, personajes, y también la visión que los pintores tienen de la mujer a través de los cuadros (p.48):


“Sacerdotisas del sexo,

hetairas,

cortesanas,

orizzontales

o putanas”

(p.49):

“Mujeres-árboles que

conforman un jardín”



Para finalizar me voy a servir del principio del libro para dejar estas palabras (p.11). Significativas:


“Ellas son la tierra, el fruto, la saliva”


Hierba oliendo a carne. Raquel Zarazaga.