martes, 23 de febrero de 2010

LA ELEGANCIA DEL ERIZO DE MURIEL BARBERY


La elegancia del erizo
Muriel Barbery
Ed. Seix Barral,2006 (28ª edición, 2009)
367 pp
19,5 euros


En el número 7 de la calle Grenelle, un bonito palacete convertido en pisos de lujo en París, trabaja Renée Michel. Es la portera. Viuda, regordeta, fea, sin estudios, pobre y … no es lo que parece. Es una mujer de una extraordinaria cultura y cuyos conocimientos intenta disimular a ojos de todo el mundo. Una portera no puede ser una mujer cultivada:” no confraternizar con los ricos para no morir por ello”.

Como tampoco es lo que parece Paloma, la hija pequeña de un diputado socialista de la República Francesa, una niña de doce años extremadamente inteligente: una adolescente no puede ser tan refinada en sus conocimientos.
Sus vidas cambian cuando aparece un nuevo inquilino en el inmueble, Kakuro Ozu.
A través del señor Ozu ambas mujeres se conocerán y compartirán esas pequeñas cosas que hacen que merezca la pena seguir viviendo.

La mejor definición de Renée la describe Paloma:” Renée tiene la elegancia del erizo: por fuera está cubierta de púas, una verdadera fortaleza, pero intuyo que, por dentro, tiene el mismo refinamiento sencillo de los erizos, que son animalillos falsamente indolentes, tremendamente solitarios y terriblemente elegantes“.
¿Cuántas personas tenemos a nuestro alrededor que pueden ser erizos?

Muriel Barbery es profesora de filosofía y en toda la novela esa circunstancia se encuentra reflejada a través de la mirada de Renée. Entre gatos, tés, haikús, camelias, transcurre una delicada novela donde la amistad, la cultura, el arte y la filosofía hacen que disfrutemos de su lectura.

Hacía tiempo que la lectura de una novela no me hacía reír y llorar en el autobús. Muy recomendable.

Esta novela ha sido llevada al cine con el nombre de “El erizo”.
Pilar I.

domingo, 21 de febrero de 2010

ANIMALS IMPOSSIBLES DE DANIEL MARTÍNEZ PUIG



Animals impossibles
Daniel Martínez Puig
Ed. Proa, 2009
137 pàgines
17,90 euros



Animals impossibles és un llibre estrany i en certa mesura, possibilista. El llibre, escrit per Daniel Martínez Puig (1975), veterinari de professió, va ésser Premi El Temps de les Cireres per a joves. Consta de quatre contes en els quals les persones es comporten com a animals i els animals com a persones.

El llibre té un to a mig camí entre Quim Monzó o Sergi Pàmies, per la seva fredor en la narració, i d´ altres llibres que tenen animals com a protagonistes, des d´ Alícia al país de les meravelles fins a Firmin de Sam Savage.

Dels quatre contes, tots ells amb noms d´ animals -pollastre, boc, gat, conill- recomano el del gat, potser no el més imaginatiu, però si el més tendre i el que més té a veure amb el títol, encara que potser el darrer, El conill, és el que més s´ assembla a Alícia al país de les meravelles.

El mecanisme dels contes és relativament senzill i es basa en canviar la realitat donant-li la volta i veient el món o bé des d´ una perspectiva animal o bé amb uns ulls que ens arrosseguen a un món a l´ inrevés.

Però podem dir que per a ésser un primer llibre, el resultat és pot considerar com a reeixit. Les descripcions i els monòlegs interiors ens ajuden a entendre les situacions, unes vegades amb un desbordament de la realitat i d´ altres difícilment imaginables. Ens troben així en un món on tot es possible, però a la vegada ens ajuden a entendre determinats comportament dels humans. Des d´ aquest punt de vista el llibre és també una excusa per mirar-nos per dins i veure la nostra realitat. Aquí l´ autor exerceix més de psicòleg que de veterinari.

A la fi ens trobem un llibre fàcil de llegir i certament original. Haurem doncs de seguir la carrera d´ aquest nou autor.

jueves, 18 de febrero de 2010

UN HOMBRE QUE DUERME DE GEORGES PEREC


Un hombre que duerme
Georges Perec
Ed. Impedimenta, 2009
136 pp
15,60 euros

¡Qué extraño es este libro de Georges Perec! No sé si llamarlo novela. Un libro que tiene pasajes que me han recordado las mismas sensaciones que tuve con el primer libro de Juan Cruz, Crónica de la nada hecha pedazos. Aunque el de Perec tiene la particularidad nada desdeñable de estar escrito en segunda persona del singular.

George Perec (1937-82) nos presenta un libro singular. La trama nos acerca a la vida de un estudiante, cuyo nombre no aparece, que a punto de realizar un examen, lo deja todo para abrazar una vida contemplativa, solitaria y meditabunda. Una vida que tiene como objetivo alejarle de sí mismo, de la realidad, de su cotidianidad. Pretende dormir su yo, de ahí el título, Un hombre que duerme. Dejar de ser él mismo.

El libro se inicia con una larga contemplación y descripción del espacio que rodea al protagonista que vive aislado en una buhardilla de apenas cinco metros cuadros. Y avanza para llegar al espacio que ocupa y a él mismo. Es un libro duro, de esos que remueven algo por dentro. Una obra que o bien encanta o bien provoca odio y aburrimiento. Un libro original, con una perspectiva introspectiva, casi ascética, que bien vale más que muchos tratados de psicología y que se hace acreedor de una relectura nada más terminarlo. Eso a pesar de las grandes descripciones, largas enumeraciones de hechos u objetos, de lugares, de situaciones, de estados de ánimo, que, en determinados momentos dificultan el desarrollo y acaban exasperando.

Para entender el contenido del libro, en el que no hay apenas personajes ni escenarios más que la buhardilla donde vive el protagonista y la casa de campo paterna, hace falta observar con detenimiento algunas de las perlas que va desgranando el autor y de cuya profundidad y amargura aquí hay una muestra:

"No querer nada más, Esperar, hasta que no haya nada más que esperar (...) Aparecerá ante ti(...) una vida inmóvil, sin crisis, sin desorden (...) algo que nunca tendrá fin va a comenzar: tu vida vegetal, tu vida anulada" (pag 48)

En todo el desarrollo de la novela hay un clima pesimista que lo invade y empapa todo. Apenas una frase con un cierto optimismo casi en la conclusión, apenas enunciada, a la que sigue inevitablemente un mazazo final. La comparación del hombre con la naturaleza, en la que el hombre sale mal parado.

Y quizás es extraña la finalización pues no sabría decir si positivamente el narrador le afea al personaje la estupidez de su singladura, el sinsentido de su contemplación, de ese proceso ascético que ha emprendido a lo largo de las páginas del libro:

"Pero el juego ha terminado, la gran juerga, la ebriedad falaz de la vida suspendida. El mundo no se ha movido y tú no has cambiado. La indiferencia no te ha dejado indiferente"(pag 129)

Y se atreve a aconsejarle que viva, pero es un canto con la boca pequeña, casi con reparos, dicho en voz baja, como si no hubiera otra alternativa lógica pero sin ser, en ningún momento, uno de esos inocentes cantos a la vida:

"En un dia como éste, algo más tarde o más temprano todo vuelve a empezar, todo empieza, todo continúa" (pag. 130)

Leer a Perec, actividad siempre interesante y desasosegadora, también es un viaje, un viaje que requiere un esfuerzo -ahora que está tan poco de moda esforzarse- y una cierta introspección como la que alcanza el protagonista, un camino sin retorno que no sabemos a dónde nos llevará y si tendrá algún sentido pero que debe emprenderse en algún momento de nuestras vidas.

domingo, 14 de febrero de 2010

MUJERES CUENTISTAS. ANTOLOGÍA DE RELATOS DE VARIAS AUTORAS


Mujeres cuentistas. Antología de relatos.
Varias autoras
Ed. Baile del sol, 2009
220 pp
12 euros



Cuando uno encuentra una propuesta como la que presenta esta antología de relatos, Mujeres cuentistas, siempre se pregunta sobre la aportación de cada uno de los autores, aquí autoras. No es que a estas alturas no sea lícito realizar una antología de mujeres, todo lo contrario, aunque uno pudo asistir no hace mucho a una agria polémica que ponía en cuestión la aportación de esta antología a la literatura en general. Más bien el problema viene dado por la desigual aportación que cada autora hace y por la variedad de estilos y de temas, incluso de puntos de vista, y no por el hecho de que un grupo de creadoras decida juntarse para realizar una propuesta como la presente. Ya se sabe, como alguna vez he dicho, que las antologías las carga el diablo.

Abordado así el tema lo primero que se encuentra es la rotundidad de los relatos de una de las autoras, Inma Luna, de la que no cabe destacar un único texto, sino prácticamente todos ellos, por esa capacidad de otorgar a la historia un último giro, una última visión, una última vuelta de tuerca que nos deja el cuerpo extrañado, fuera de lugar, un tanto sensibilizado a lo que hemos leído. En "La ilusión de la viuda" se encuentra esa última mueca irónica que nos desplaza. En "La Rubia" hay esas dos mitades del mundo, esas dos realidades irreconciliables,esas dos visiones del mismo objeto vistas de forma diferente. En el microrrelato "Pundonor" lo importante es lo que no se dice, lo que se oculta, lo que no aparece. Es la historia de la historia, la historia de lo obviado.

También llama la atención el relato de Ana M. Pérez Cañamares "El hombre soñado", relato del otro lado de la cotidianidad, de su parte más amarga y también de la desconfianza.

Por último, destacaría dos de los relatos de Déborah Vukusic: "Mustafá y el ruiseñor", relato sobre la vida, el amor, la mentira y su fin. Y, también, un relato sutil pero, a la vez, de esos que remuerden las entrañas por la temática que trata, los abusos a menores. Su título: "Borges ha muerto". Tan real y, a la par, tan delicadamente tratado.

Disfruten los lectores de esta propuesta literaria, de este conjunto de autoras en las que encontrarán diversos estilos y diversas miradas al mundo.

sábado, 6 de febrero de 2010

EL LAMENTO DEL PEREZOSO DE SAM SAVAGE


El lamento del perezoso
Sam Savage
Ed. Seix Barral, 2009
270 pp
16,50 euros


En El lamento del perezoso el protagonista es Andrew Whittaker y su vida se derrumba: el edificio que posee es una ruina y está cayéndose a trozos; su mujer, Jolie, le ha abandonado; la revista literaria que dirige, Soap, está cerca de la bancarrota. Pese a todo es un hombre positivo.

El lamento del perezoso está escrito con misivas, reflexiones, listas de compra, cartas a escritores lamentando siempre el no poder publicar sus escritos, notas a sus inquilinos, anuncios de alquiler de alguno de los apartamentos, cartas a antiguos amigos que han tenido más éxito que él en la literatura y han conseguido triunfar… y todo transcurre durante cuatro meses, de julio a octubre.

Durante este periodo Andrew Whittaker se transforma y pasa de ser un hombre que pretende ser feliz y vencer la soledad a través de la escritura a ser un hombre arruinado y triste. A través de las cartas que escribe a sus amigos se puede entrever la dejadez de su persona.

Sam Savage consigue que sigamos la vida de este personaje con una visión cómica pero a la vez de una forma trágica. Cada vez que leemos una misiva escrita a algún amigo vemos que el final está más cerca de algo triste que no de un final feliz. Algo parecido a lo que le sucedió a Firmin, el personaje de su primera novela, la rata de la tienda de libros que consiguió aprender a leer.

Firmin fue un símbolo de amor hacia la lectura y El lamento del perezoso, hacia la escritura.

Pilar I.