martes, 24 de abril de 2012

UNA LUZ QUE VIENE DE FUERA DE JOAN DE LA VEGA




Una luz que viene de fuera
Joan de la Vega
Ed. Paralelo Sur, 2012
146 pp.
12 euros

Ahora que la palabra que se repite más veces a lo largo del día desde los últimos tres años es crisis, es difícil encontrar libros donde encontrar la paz y serenar el espíritu. Quizá uno de ellos se lo debemos a Joan de la Vega (1975) que ha escrito Una luz que viene de fuera. Un libro que nos devuelve la ilusión por la naturaleza, por lo verdaderamente auténtico y que se encuentra tan alejado de las ciudades. Un libro que se define en dos partes, ambas nombradas con palabras sánscritas: Samsara y Dharma (Las flores de Dharma) señal inequívoca de la intención de la intención del autor de alejarse de las religiones occidentales.
 Para Joan de la Vega la naturaleza y la convivencia en ella es motivo de reflexión, es motivo de sosiego y lugar para situar las cosas en orden de importancia, dándoles realmente la que merecen. Por eso transmite paz. El autor, gran aficionado a la montaña, huye con sus palabras del mundanal ruido y canta a los valores que ya fueron cantados por los antiguos. En ese sentido su poesía se haya impregnada de humanismo, naturaleza y sabiduría clásica. Pongo un ejemplo (p.21):

“todo animal viviente
regresa
para nacer
 y morir aquí.
en la misma sima
sobre una capa de voz
improvisada”

Hablar de la muerte como un hecho natural -uno más- fuera de la contaminación con la que la simbología de las religiones occidentales ha ido impregnando la idea del final de la vida. La cadencia de un paso que da lugar a otro como un hecho lógico y que no implica la mano divina, a no ser que entendamos que es la propia naturaleza lo único divino que nos rodea.
Lenguaje sencillo que alcanza gran profundidad de pensamiento. Poesía que se revela trascendente en un libro gozoso de leer (p.38):

“retorna el silencio
a su cráter de posteridad”

Hay un espacio para la noche y otro para el día. Un espacio que abarca todas las horas de la naturaleza y lo que en ella ocurre, muchas referencias a la cópula, a la sexualidad, a la unión…
“útero ancestral (p.44), “tajo vaginal” (p.46), “templo abierto” (p.47), “labios primogénitos” (p.48), “copulando al aire” (p.49), “muerte encinta de luz” y “esqueleto menstrual” (p.64).
También hay una búsqueda del autor del lugar que le corresponde (p.87):

“¿Fue siempre aquel
mi lugar?”

Y una búsqueda de esperanza (p.91):

“gotas frías
a modo de lluvia
son la esperanza de la tierra
y también la mía”

Al final del poemario se vislumbra algo de crítica social (p.107) porque en la naturaleza se encuentra la virtud y la importancia real, la fuerza que nos da la reflexión y la separación del oscurantismo y la falsedad, como una declaración de principios:

“con buena letra
comulgo el deicidio
así sajo el idioma
de ritos y falsedades”

Y también aquí (p.126):

“Dios
no es más
que esto

un amasijo
de memorias
disecadas

la tierra
asmática
y solaz”

Y una reflexión final:

“la vida es
solamente
un borrador de anhelos”

Poesía de reencuentro con la naturaleza, poesía reflexiva que nos sitúa en el verdadero lugar que nos corresponde, en un todo, poesía también humanista que nos devuelve la ilusión por vivir ahora en estos tiempos tan mediocres. Una luz que viene de fuera, Joan de la Vega.

miércoles, 18 de abril de 2012

NADA SOMOS DE FRANCISCO CENAMOR


Nada somos

Francisco Cenamor

Luces de Gálibo, 2011

86 pp.
11 euros



Tuve ocasión de leer el anterior libro de Francisco Cenamor, Casa de aire (2009), hace unos meses. Ahora presenta este Nada somos con un título significativo y que describe bien el contenido del mismo. Una de las palabras que más aparecía en Casa de aire era dolor. Uno de los temas que más se adivina tras Nada somos es la muerte. El autor divide el libro en cuatro partes y no es una división arbitraria. Tras la lectura uno se apercibe de que su estructura obedece a un propósito definido. Pero vayamos al principio. La primera parte, Yo, a mi modo de ver la fundamental, contiene una decena de poemas-historia. Cenamor en este poemario avanza hacia una mayor narratividad, también hacia una liberación total en cuanto a la forma y a la simplicidad. Prescinde de todo barroquismo y somete el lenguaje a una cura de adelgazamiento formal. Los diez poemas-historia contemplan una aproximación quizá a historias vividas desde la infancia, o que parecen reflejar una parte de la vida del autor. Hay dos características que quisiera resaltar en estas historias. Una sería la importancia del recuerdo. La segunda es que desprenden una gran ternura a pesar de que hay momentos en que algunos poemas traslucen gran crueldad como es el caso de Perros. Curiosamente el último de los poemas, Espejo, es también el título de la última parte del libro. Y todo parece obedecer a una causa. Avanzando en esa idea de la narratividad pondría como ejemplo el inicio del poema-relato titulado Miguel, cuyo inicio bien podría corresponder al inicio de una narración (p. 24):



“Miguel se ahogó cuando mamá fue a comprarle



un helado”



Aunque efectivamente hay una distribución en forma de versos, sin embargo no parece obedecer a un patrón poético. Del mismo modo los versos carecen de recursos estilísticos avanzando hacia una expresión limpia.



La segunda parte se denomina Resumen de muertos y viene a ser realmente lo que enuncia. Y por allí van apareciendo algunos de los personajes de la parte anterior, Yo, que han fallecido.



La tercera parte se divide en tres: Animalario, Vegetalario y Pedernario. Esta clasificación debe obedecer a aquella otra que en la escuela aprendimos. Existe un reino animal, otro vegetal y otro mineral. Pero me importa mucho destacar que viene precedida de unos últimos versos de la segunda parte que aquí apunto (p.42):



“Yo que de cenizas soy ahora acabo



aquí mi experiencia mi testimonio



en mi yacen todas la tumbas”



Cabe señalar que estos últimos versos enlazan bien con esta tercera parte denominada Mi ceniza. En Animalario y Vegetalario se reitera una pregunta: ¿Somos sólo carne?



¿Muerta la carne y en tanto ceniza resurjo como animal, vegetal o mineral? ¿Por eso tanto preguntarse sobre nuestro ser, sobre qué nos compone?



En la última parte, Espejo, adivinamos el contenido de los poemas. Son las mismas historias contadas desde el otro lado del espejo. Desde la realidad de quien las sufre en primera persona, no desde el punto de vista del que las observa. Este final nos vuelve a llevar al inicio como si de una trama circular se tratase.



Destacaría la originalidad formal del poemario tras su sencillez aparente. Otro punto más a recordar es la narratividad de los poemas tal y como destaqué en el principio. Parece como si Francisco Cenamor deseara reinventar su realidad en cada poemario. Nada somos, nada resta de nosotros, pero nos queda el poemario de Francisco Cenamor.

viernes, 13 de abril de 2012

PERROS, GATOS Y LEMURES. LOS ESCRITORES Y LOS ANIMALES DE VARIOS AUTORES


Perros, gatos y lemures. Los escritores y sus animales.
Soledad Puértolas, Andrés Trapiello, José Carlos Llop, Antón Castro,Ignacio Martínez de Pisón, Andrés Ibáñez, Marta Sanz, Félix Romeo,Berta Marsé, Pilar Adón y Carlos Pardo.
Ed. Errata naturae, 2011
205 pp.
19,90 euros



Es casualidad que escriba esta reseña en estos momentos en que leo un viejo libro de título Faycán y autor Víctor Doreste. Un libro sobre las andanzas de un perro con otros perros. Ya digo, es casualidad.

Las mascotas, habitualmente perros y gatos, han sido fuente de inspiración de muchos autores, también compañeros de horas de soledad y silencio. Es difícil no encontrar algún escritor con mascota. Perros, gatos y lémures es un libro que rinde homenaje a estos compañeros, más o menos silenciosos, cuyas sombras se adivinan tras la escritura. Es por ello un canto de agradecimiento a estos seres vivos. En el libro básicamente podemos encontrar dos tipos de relatos. Los primeros hacen referencia a historias y vidas de otros autores, casi todos ellos muy conocidos, respecto de sus relaciones con animales. Los segundos, en primera persona, son los que más te erizan el vello, aquellos que como el de Trapiello te hacen llorar. Testimonio de un amor infinito a estos seres que en algún momento de nuestras vidas nos acompañaron y compartieron su breve existencia con nosotros. Y como protagonistas que son aparecen relacionados en las últimas páginas, incluso antes que los autores - las personas que escribieron las historias-.

Como ya he dicho uno de los relatos más conmovedores y llenos de ternura es el de Andrés Trapiello, De la muerte de Mora. Relato que ya conocía al haber leído sus entregas de esa novela en marcha que denomina Salón de los pasos perdidos que es altamente recomendable. En este caso se trata de una perra. Un pequeño botón, contundente reflexión de muestra: “La muerte es lo más íntimo de la vida (…) Y sólo ahora sabemos que estuvo esperándonos para morir a nuestro lado (…) Al vernos, su dolor se desbordó, y nos hizo entrega de su muerte como su más preciado don” (p.138). El equivalente felino lo pone Marta Sanz en dos relatos sucesivos denominados Gatos y La gata cautiva. Una cita acertadísima que contiene este primer relato: “El gato que ofrece el algodón de su barriga se dejaría matar por el destinatario de su ofrenda” (p.96). Doy fe de ello, huelga decir que por haberlo sentido más de una vez. Otra contundente cita, algo más larga: “Si el gato enfermo se esconde debajo de la cama para que nadie le encuentre, habrá que sacarlo de allí llevarlo al veterinario, que le pondrá una inyección letal. Dejará de sufrir. Yo no podré llevar a cabo esa tarea y me sentiré culpable de no haber acariciado a mi gato hasta el último momento” (p.97). Y una tercera cita de Marta Sanz, en este caso de su segundo relato, que bien sirve para explicar este libro: “Y me digo que no hay que sentirse tan terriblemente culpable por amar muchísimo” (p.110-1). Muestras todas ellas de las fronteras del libro.

No todos los relatos son tan tristes y tan cercanos. Hay algunos que causan hilaridad y también relatos curiosos sobre las vidas de algunos autores famosos. Quizá una de las historias que más anécdotas y autores aúna es el del malogrado Félix Romeo titulado El hombre invisible y el zoo de los Bowles. Por sus páginas desfilan el ya citado Bowles pero también Burroughs, Chukri, Genet, Gertrude Stein o Truman Capote.

Otra historia recomendable, aunque ésta no en primera persona, es la de Andrés Ibáñez titulada Vida pagana y alegre de Teodoro W. Adorno. En el relato se habla de los sucesivos encuentros de Cortázar con un gato callejero de la Provenza, Adorno. Un gato que creo corresponde al que aparece en la muy conocida foto del autor con un felino tras un vidrio.

En Relato de escritor con perro Soledad Puértolas explica el por qué de su amor a los animales. En el fondo dice que las mascotas no se plantean la muerte.

En Nocturno malgache de José Carlos Llop habla de animales es una excusa para hablar sobre todo de literatura.

Jules Laforge escribe a su pareja y en una carta le confiesa, reflexionando sobre los animales: “Querida Marie, los perros carecen por completo de sentido del humor” (p.33) Esto en el relato de Carlos Pardo, Cartas sobre Ariel.

Historias de perros, de gatos, de monos, de hurones y de todo tipo de animales. Historias que tratan de desentrañar la relación entre humanos y animales, entre escritores y mascotas. Historias que dan lugar a otras historias en la pluma de grandes autores. Y también historias en primera persona de aquellos seres que ocuparon nuestras vidas. Eso es, en definitiva, Perros, gatos y lémures. Para lectores amantes de los animales y/o de la literatura.

viernes, 6 de abril de 2012

ENCUENTRO CON RAÜL ROMEVA RUEDA

Asisto a la rueda de prensa que ha convocado la Editorial Plaza y Janés para presentar la obra Sayonara Sushi del escritor y europarlamentario Raul Romeva. El autor, que ya había publicado otros libros más relacionados con el ensayo y su tarea parlamentaria, y que reconoce haber escrito poesía, lanza ahora una novela con un par de temas candentes de fondo: la emigración ilegal y la sobrepesca. Le pude hacer algunas preguntas al respecto sobre el trasfondo del libro.



Luis Vea (Barcelona)



Raul Romeva: Si tuviera que presentar un poco la historia, la primera pregunta que seguramente os haréis a la hora de leer este libro es qué hay de verdad de todo lo que explico. Mi respuesta en este sentido es que hay más verdad de la que podría parecer. De entrada es una ficción, esto debe quedar claro, desde el punto de vista de los personajes, la trama, la historia, de las subtramas, porque hay unas tramas que son las principales pero también hay unas subtramas. Debo dejar muy claro que es ficción. Que nadie quiera buscar la persona o el contexto en que se haya querido hacer de forma literal. Pero es una ficción basada en hechos y personajes vividos. Si alguien me preguntara cuánto tiempo he tardado en hacer esta historia, sería difícil de responder porque no ha sido sólo desde el momento en que me he sentado a escribir. La construcción de la historia tiene momentos muy concretos y algunos hechos forman parte de cosas que he vivido en los años 2002 y 2003. A partir de aquí lo que sí es ficción es la vinculación de todas las historias. Es un libro que no he escrito en dos años ni en tres. Lo he construido en más tiempo pero la redacción ha sido más compacta en el tiempo. También es necesario aclarar que el libro es ficción pero empezó no siendo así. Comienza siendo un libro como los que había hecho en el pasado, de ensayo político o periodístico, explicando unas realidades que yo pensaba que era necesario explicar. Las primeras versiones eran un texto de no ficción pero con una voluntad de entretener. El paso hacia la ficción fue al apercibirnos de la necesidad de convertir esto en una trama y así explicar cosas que la no ficción te dificulta. Esto también me permitía ir hacia la vertiente de la creación para un lector o lectora no necesariamente conocedor del tema que se explica. Una tercera reflexión que me gustaría compartir que es que en el formato de esta historia yo he buscado dos cosas. La primera, me he situado en la piel del lector. Soy fundamentalmente lector de narrativa y lo que me costó más, pero creo que fue lo más interesante, fue eliminar todo lo que pensaba que podía resultar superfluo e ir a la esencia de las tramas, de lectura razonablemente ágil. También había una intención de entretener.

Luis Vea: Me ha interesado especialmente el trasfondo político del tema, hablamos del negocio de la sobrepesca, también colateralmente de la emigración ilegal, pero, sobre todo, se dibuja un panorama político bastante sombrío. ¿La política no tiene forma de controlar la ilegalidad económica de este tipo de comercio?

R.R: La tiene si quiere. Existen muchas formas de poner límites a este exceso. La historia del atún rojo vive un momento interesante porque se está reformando la política de la Unión Europea, las reglas bajo las que gestionamos la pesca. En este contexto estamos viendo algo que es muy importante. La lógica bajo la que yo abordo este tema es que la gestión de la pesca debe ir por una secuencia que pasa primero por saber la situación de los stocks de la pesca, de los peces, del mar y, a partir de aquí, saber la capacidad que podemos tener de pescar de forma que los mares no se vacíen. Esta es mi lógica. Primero preguntar a los científicos y luego saber cuánto y cuándo podemos pescar. El problema es que hay otras formas de verlo que van en el sentido contrario que es calcular cuánta flota tenemos y a partir de aquí definir cuánto debemos pescar. Esto me parece absolutamente irracional porque al final lo que hacemos es cargarnos el sector. El sector desaparecerá cuando desaparezcan los peces. Si no mantenemos los peces, que es la materia prima del sector, difícilmente podremos pensar en proteger un sector. Lo que intento explicar es que o cambiamos de lógica y partimos de la base de que la pesca es la que es y habremos de dejar que se reproduzcan o lo que hacemos es un suicidio. Y ahora incorporando la dimensión de la inmigración, puede afectar a sociedades enteras porque algunas viven fundamentalmente de este recurso. La política es una herramienta que puedes usar de muchas formas. Si la utilizas correctamente puedes gestionar bien esta realidad pero si la utilizas incorrectamente contribuyes a la vorágine y al absurdo. Esto relativo a este ejemplo del atún rojo pero también podríamos hablar del bacalao del norte, del pez espada o de la captura de tiburones.

L.V: Kira, la eurodiputada, es un personaje muy rico pero da la impresión de que el lector no identificará a Kira con la idea que se tiene del eurodiputado a partir de las imágenes que habitualmente vemos en televisión con traje y corbata y a veces en actitud somnolienta.

R.R: La voluntad es explicar que esta realidad también existe. Ya sé, y es el drama que uno tiene que soportar, y es la imagen que se da, y algunas veces desgraciadamente bien ganada. Lo que intento explicar es que hay muchas formas de enfrentarse a este tipo de tareas y algunos tenemos formas de acercarnos desde parámetros diferentes. Por tanto no me invento nada. Simplemente es fácil de comprobar porque muchas de las cosas, si uno va a la fuente, se encontrarán. Es importante romper con este tópico que existe, que como todos los tópicos tiene una parte real pero hay otra que no lo es.

L.V: Lo decía también por aquella vieja idea de que el parlamento europeo ha sido tradicionalmente un cementerio de animales políticos.

R.R: Esta es una imagen histórica y de algo que en el pasado se daba pero que cada vez lo es menos. Si se analiza la media de edad en el Parlamento Europeo, la media de mi grupo son 33 años. La media, por tanto hay mucha gente por debajo de esta edad. Yo con 41 años ya soy de los mayores. Esto es bueno saberlo. Antes el Parlamento Europeo era el lugar donde se retiraba el político, lo cual no es necesariamente malo porque también tienes un capital acumulado. Pero esto ha cambiado. Además con las nuevas tecnologías tenemos un acceso inmediato para saber lo que hace cada uno de los diputados y diputadas. Insisto en discriminar entre lo que hacen unos y los otros. Una de las tareas que yo siempre he asumido como importante es la de comunicar lo que haces. Tan importante es hacer como explicar lo que sea hace. Por tanto esta novela también es una forma de explicar lo que se hace.


Mucha suerte, Raul Romeva con Sayonara sushi, una historia con un trasfondo ecológico, que habla de las mafias y con dos personajes femeninos que el lector seguramente encontrará interesantes.

jueves, 5 de abril de 2012

SAYONARA SUSHI DE RAÜL ROMEVA RUEDA


Sayonara sushi
Raul Romeva Rueda
Ed. Plaza y Janés, 2012
224 pp
16,90 euros

Raul Romeva era conocido por su actividad política, por su labor en el parlamento europeo. Ahora se lanza al mundo de la ficción –no es su primer libro pero los anteriores lo fueron de no ficción- por lo que éste es su bautizo literario. El título: Sayonara sushi. Un thriller con trasfondo ecológico y de denuncia social. El propio autor admitía en su presentación a la prensa que le parecía que hablar del tema de la sobrepesca o de las redes de inmigración ilegal daban para un formato como el de la novela dado que la posibilidad de llegar a un mayor número de lectores no se daba a través de un ensayo como los que ya había escrito con anterioridad. Así nos encontramos con este Sayonara sushi. Y tenemos un poco de acción, un poco de sexo –incluido sexo homosexual entre mujeres, para los morbosos- y bastante de trasfondo ecológico que es a la postre lo que más me ha interesado del libro. Las heroínas son una periodista de Televisió de Catalunya, TV3, Paula Ramos, y una parlamentaria europea de izquierdas nada al uso, Kira.

El argumento: Un atunero que estaba recogiendo una de las jaulas de pesca vislumbra un naufragio. Sus tripulantes no prestan ayuda a los náufragos pero algunos de éstos logran sobrevivir gracias a agarrarse a la jaula. Llegan a Malta. Paula Ramos, enterada de la noticia por televisión, lleva a su equipo, su cámara, con la intención de investigar una posible red de tráfico de inmigrantes. Una vez allá topa con una realidad bastante peor. Descubre todo un entramado político-económico-contrabandístico del que no se salva ni la Comisión Europea. Descubre la política corrompida y los intereses de una multinacional japonesa en la pesca del atún y hasta pone en peligro su vida. Y hasta aquí puedo contar.

Desde el punto de vista del contenido es interesante ver utilizar a un político la ficción para contar cosas que suceden en la política europea mostrando por una lado una faz comprometida de ciertos políticos y por el otro la faz oscura de los que se venden por intereses económicos, en este caso de las empresas que acaban comprando el pescado para su consumo en Japón como sushi. También nos lleva a reflexionar sobre la moda del sushi y a que tomemos conciencia de cuán perentorio es el equilibrio del mar, en este caso del Mediterráneo y del atún rojo a punto de la extinción. Sirve de reflexión sobre una realidad más o menos oculta que aquí se convierte en narración ficcionada. En este sentido podíamos decir que es un libro atrevido y valiente.

Por otro lado resulta preocupante que la política no baste para denunciar lo que el libro muestra. Como si tanta noticia de telediario, tanto mensaje interesado nos tapasen los ojos, los oídos de otros realidades que se ocultan simplemente porque no interesan. Sobre el particular lo máximo que oímos hablar es sobre la cantidad de cuotas de pesca que corresponden a un país o a otro, pero nada del contrabando de votos para aprobar una directiva, o para hacerse con un porcentaje determinado de pesca. Desde este punto de vista Sayonara sushi supone una defensa a ultranza de una forma de hacer política alejada de los trajes y de la corbata y cercana a la acción directa. Entre medio de ello aparecen las ONG y Greenpeace en particular.

Desde el punto de vista literario destacar a las dos protagonistas femeninas que mantienen la acción tanto desde el punto de vista del desarrollo de la misma como desde el punto de vista sexual, pues hay una subtrama dirigida a que se conozcan. Hay otra subtrama del hermano de Paula que queda un poco desdibujada y hasta cierto punto desconectada de la acción e historia principal.

Así pues el título no puede ser más acertado. Sayonara sushi. Algo así como adiós sushi o se acabó el sushi, porque la sobrepesca acaba con el pescado. Pero Sushi también es el sobrenombre de la protagonista a la que se le pone ese mote por su afición al producto. Tras leer el libro seguro que más de uno pensará en qué tipo de pescado está comiendo.

Sayonara sushi un libro que un lector voraz devorará en una tarde.