lunes, 28 de diciembre de 2009

UN LEÓN LLAMADO CHRISTIAN DE ANTHONY BOURKE Y JOHN RENDALL


Un león llamado Christian
Anthony Bourke y John Rendell
Ed. Plaza y Janés, 2009
170 pp
16 euros


Sin duda alguna el mundo virtual está cambiando nuestra forma de percibir las cosas. Pocos editores soñarían con que gracias a un vídeo de hace más de una treintena de años acabarían viéndose obligados a reeditar con éxito un libro. Pues eso ha ocurrido con la historia del león Christian, que supongo que a estas alturas lleva bastante tiempo muerto. Pero vayamos por partes.

La historia empieza en you tube donde alguien cuelga un vídeo de los años setenta en donde se ve el reencuentro de un león ya adulto con los que fueron sus dueños. Eso es lo que cuenta el libro Un león llamado Christian, el reencuentro. En realidad ese reencuentro es narrado en esta versión del libro, ya publicado con anterioridad en los setenta, y ahora reeditado y revisado. En esta versión se nos narra desde el principio la historia de dos jóvenes australianos, los autores del libro, que de viaje a Londres adquieren una cría de león en los grandes almacenes Harrods.

La historia de ese encuentro será la historia de sus vidas. Pero es una historia que también halla sus problemas cuando ese león empieza a crecer y tienen que buscar una alternativa. Y la alternativa llega de manos de otro león, bueno, leona, la leona Elsa de Nacida libre y es que el libro une ambas historias en un azar que termina en África con el reencuentro del you tube al que le seguirá un reencuentro más. Reencuentros que no aparecían en el libro inicial además de unos apéndices para actualizar la historia.

Una historia muy recomendable para los amantes de los animales y de los relatos basados en la realidad y que fácilmente nos hará saltar las lágrimas. Además contiene una gran cantidad de fotografías que ilustran desde el inicio lo que se narra. En fin, una historia ideal para regalar en estas fechas ahora que se acercan los Reyes.

lunes, 21 de diciembre de 2009

FIRMIN DE SAM SAVAGE


Firmin
Sam Savage
Ed. Seix Barral,2007 (12ª edición, 2008)
222 pp
16,50 euros(6,5 euros en bolsillo)

Recupero una reseña de un libro que seguro que seguirá vendiéndose estas navidades, ahora que también ha salido en bolsillo, y aprovechando que su autor ha lanzado El lamento del perezoso que próximamente se reseñará.


Firmin es una rata, una rata que tiene la particularidad de nacer en una librería. Y tiene otra más. Saber leer. Con semejante e inesperado inicio el autor, Sam Savage, crea una reinterpretación del mundo ratil que es, al mismo tiempo, una interpretación en sí de la sociedad y de las relaciones sociales. De los inadaptados, de la amistad, de la caótica vida de las ciudades e, incluso, del urbanismo salvaje.


El autor tiene la virtud de recoger la sensibilidad del mundo infantil y transformarla para darle más de una lectura al libro sin que por ello pierda esa misma sensibidad.


Firmin es una apuesta por la cultura, por el mundo de los libros y una crítica al sistema de relaciones sociales predominante.


Con semejantes ingredientes vale la pena acercarse al mundo de las ratas. Por cierto, yo ya no las miro con la misma cara.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

EL SÍMBOLO PERDIDO DE DAN BROWN


El símbolo perdido
Dan Brown
Ed. Planeta, 2009
617 pp
21,90 euros

Robert Langdon, experto en simbología, es convocado por su amigo Peter Solomon, masón, para que dé una conferencia en el Capitolio (Washington). Pero la cosa se complica cuando no es tal la conferencia sino que un ser extraordinariamente inhumano, ha secuestrado a su amigo, le ha tatuado diversos símbolos y seccionado una mano y le da 12 horas para poder salvarlo a cambio de revelarle uno de los enigmas mejores guardados de la historia (masónica). Tendrá la ayuda de la hermana de Peter, Katherine Solomon, experta en ciencias noéticas.


Qué decir: más de lo mismo. El principio se hace aburrido porque pretende explicar el mundo de la masonería y de la ciencia noética de una manera que parece que lo ha copiado directamente de libros de texto, sin ritmo.


Una vez superado esto, la trama parece que pinta bien, incluso es bastante entretenido justo después de que el protagonista huya de las garras de la CIA (creo recordar que en El código da Vinci ocurre algo parecido). Pero en el desenlace llega la decepción. Sobran, con toda tranquilidad y para ser generosa, más de cien páginas: el rollo masónico-religioso es insufrible.
En fin, decepcionante. Sólo para incondicionales del Sr. Brown.

Pilar I.

martes, 15 de diciembre de 2009

EL GOLFO DE LOS POETAS DE FERNANDO CLEMOT


El golfo de los poetas
Fernando Clemot
Ed. Barataria, 2009
286 pp
17 euros.

Tras la exitosa publicación de Los estancos del Chiado con la que Fernando Clemot ha sido galardonado con el premio Setenil, ahora nos presenta su primera novela, El golfo de los poetas. Una novela que ahonda en la condición humana y, sobretodo, en su lado más obscuro. El protagonista, Leo Carver -véanse las referencias literarias del autor-, escritor de culto venido a menos, emprende un viaje a Italia con el fin de dejar atrás su mala racha. Es en este lugar, acompañado de su mujer, su hija y una amiga de su esposa, donde revivirá parte de su pasado y, lejos de conseguir olvidar su ruina, no hará más que profundizar en su alcoholemia descubriendo cuán relacionados están su pasado y presente.

Fernando Clemot, del cual ya habíamos descubierto grandes dosis narrativas en su libro anterior, crea una novela de trasfondo depresivo en la que profundiza sobre los mecanismos que nos conducen a la ruina, a la dejadez, al abandono y, al mismo tiempo, con una descripción precisa, nos traza un retrato de un alcohólico y un depravado sexual. Hay momentos en que uno parece revivir las vidas de otros tantos escritores malditos: Bukowski, London, etc... De este último, el relato de Clemot me ha recordado otra novela sobre el alcoholismo, John Barleycorn(Las memorias alcohólicas).

Clemot a lo largo de una narración en forma de diario nos va introduciendo en el pensamiento de Carver, escritor que además ha perdido la memoria a corto plazo, y que se vale de unas libretas que siempre lleva consigo para recordar lo que hace. Clemot consigue brillantemente conducirnos a través de los entresijos de la mente de este perturbado personaje, utilizando el monólogo interior, y las escasos diálogos con otros personajes que van apareciendo y que suponen la ligazón definitiva con su pasado.

Gusta el autor de la frase larga, frase descriptiva -estilo casualmente bastante alejado de Carver- pero a la vez de la frase contundente, de la frase que escarva en nuestro interior. Es la novela de Clemot una novela profunda, trufada de desasosiego, de las que cuesta leer por lo que producen en el lector, de las que remueven las entrañas y no dejan indiferente. Paradójicamente Fernando Clemot domina a la perfección los mecanismos de la novela psicológica y de la novela clásica pero ello no provoca en el lector la sensación de estar ante una novela antigua.

Uno de los aciertos creativos de El golfo de los poetas es el concepto de bisagra: pensamientos bisagra, recuerdos bisagra, amigos bisagra. Concepto elemental para entender los entresijos mentales de la novela. El concepto bisagra es el que nos lleva de un lado a otro, de un personaje a otro, de un recuerdo a otro... El que nos explica los complejos mecanimos de la memoria, de las interelaciones entre hechos, entre sentimientos y sucesos y que sirve al autor para ir yendo del pasado al presente tal y como hace el propio Carver.

Otro de los aspectos fundamentales que flota es el de la culpa, la culpa que lleva a Leo Carver a beber y a olvidar, olvido que está íntimamente relacionado con parte de su pasado que, al unísono, no puede ni quiere recordar.

Es al final de la novela donde un último giro de timón nos lleva a entender la relación bisagra que hay entre pasado y presente y más, correctamente, entre pasado y pasado reciente.

Clemot no da concesiones a su personaje, no lo redime, no le permite un final feliz, tan solo le deja a su libre albedrío y no por sorprendente el final nos parece el más lógico.

Bravo por Fernando Clemot y por su novela que estoy seguro de que dará mucho de que hablar.