jueves, 29 de octubre de 2009

LA HISTORIA QUE NO PUDE O NO SUPE ESCRIBIR DE JAVIER CÁNAVES


La historia que no pude o no supe escribir
Javier Cánaves
Ed. Baile del sol, 2009
79 pp
10 euros


Tuve la ocasión de compartir galardón con Javier Cánaves en Lodosa, en el año 2000. En aquella ocasión él presentaba un poemario que resultó seleccionado.Han pasado nueve años desde su libro La música del mundo. En este tiempo, Javier ha ido ganando certamen tras certamen una cierta relevancia poética. Ahora presenta una novela. Más bien una novela corta o un relato largo. Un librito de apenas ochenta páginas. Un libro ciertamente desconcertante que va trazando una historia muy geométrica, con muchas aristas y vértices, y con un triángulo amoroso y existencial.


Nos presentan esta novela, La historia que no pude o no supe escribir, como el último fogonazo de una juventud que se pierde. Y algo de ello tiene, pero también hay intriga, un cierto misterio, una femme fatale, una historia de fantasmas, etc...


El inicio es un poco desconcertante -creo que el manuscrito original se podría haber trabajado un poco más evitando alguna muletilla y algún que otro tópico- pero pronto la narración va avanzando con mayor soltura. Se ve que el autor no sólo tiene oficio poético sino también oficio narrativo.


Y el texto se va desarrollando con facilidad porque las palabras fluyen y demuestran que no es mala apuesta la de Cánaves la de ir combinando su obra poética con su obra narrativa. Si bien es cierto que hay momentos en que uno tiene la impresión de que se podía haber profundizado un poco más en la historia. Y también que el final se aletarga un poco. Pero es evidente que el autor sabe poner ficha tras ficha estrechándonos el sendero y llevándonos poco a poco a una trama tan inesperada como compleja, con varios recovecos que se podrían haber explotado más. Aún así el resultado final nos augura un futuro notable. Démosle a Javier Cánaves la oportunidad de seguir leyéndole y felicitemos a El Baile del sol por darnos a conocer nuevos autores.


lunes, 26 de octubre de 2009

DESDE EL AGUA DE LAURA GÓMEZ PALMA


desde el agua
Laura Gómez Palma
Legados, 2008
57 pp
8 euros


El poemario que presenta Laura Gómez Palma es un poemario atípico. No es un poemario de esos que pretenden contarnos grandes cosas, grandes experiencias. Más bien es un poemario de los pequeños detalles, de la sencillez, de la observación. Mucho hay de mirada y detención, siempre en consonancia con el agua. Y, a pesar de que hay fragmentos que nos recuerdan a otros ya leídos, es bien cierto también que hay versos que consiguen que algo dentro de nosotros tintinee:

"lo que digo me contiene
caerán también
palabras de agua"

Es en esa sencillez, en las palabras que todo el mundo entiende, en esa forma de detenerse en el detalle donde se encuentra la esencia del poemario:

"robamos la miel
sacamos a pasear
viejos diluvios
llevamos algún
aguijón dentro"

Lentamente uno va encontrando pequeños hallazgos que no son grandes metáforas, son aquellas pequeñas cosas que aparecen después de reflexionar sobre una imagen, un texto, un fragmento de vida, una orilla del tiempo:

"el mismo universo
se puede repetir
eternamente"

Son todos poemas breves de apenas seis versos, sin comas, sin puntos, sin mayúsculas, como si la autora sólo deseara que nos entretuviésemos con las palabras, que son las protagonistas:

"la ola exacta
en que llegó
hasta aquí"

Pero no renuncia a las imágenes:

"el agua se hace orilla"

ni a los recursos estilísticos, a la paradoja:

"los árboles ahora
son blancos"

Es un buen momento para reflexionar sobre las palabras:

"roerme el silencio"

para ahondar en las posibilidades:

"todos los nombres posibles
todas las rutas posibles
todas las ciudades escribo
sobre tu nombre".

Buen momento para descansar la mente en los paisajes que Laura Gómez Palma nos dibuja en desde el agua.



sábado, 24 de octubre de 2009

PA AMB TOMÀQUET/BREAD AND TOMATO DE NEIL WILLETT


Pa amb tomàquet/Bread and tomato (edició en català i anglès)
Neil Willett
Ed. Comanegra, 2009
204 pp
16 euros


Un anglès cansat de viure al Regne Unit ve a Barcelona per a reseguir les petjades del seu compatriota George Orwell a Catalunya. Desprès de llegir el llibre Homenatge a Catalunya, Neil Willett es planteja retrobar Barcelona i veure què hi ha d´allò que describia en Orwell.

I es troba una realitat diferenta que, de totes formes, intenta explicar, la majoria de les vegades d´una manera excesivament tòpica i amb masses arguments trets de les guies de turisme anglosaxones.

La seva existència a Barcelona es basa en el trinomi: drogues, alcohol i festa. En fi, tot el que els seus camarades poden trobar als viatges organitzats tant a Calella com al Port Olímpic. L´autor, un buscavides, cerca la forma de sobreviure a Barcelona treballant com pot.

Potser la part més interessant del llibre és la descripció que fa del seu país tal i com ho veu desde Catalunya. Confón els costums espanyols amb els catalans. També té una errada important al dir que un President de la República Espanyola va ésser afusellat a Montjuïc.

Al final del llibre es centra en la narració del seu viatge interior, bastant més interessant que la barreja de festes i haixix que descriu una bona part del llibre. Potser és la part més sucosa i on un troba una mica de sentit. Entremig una sèrie de reflexions mig libertàries mig alcohòliques sobre l´anarquisme avui, els ocupes, etc.

Molts dels barcelonins trobaran que tot el que agrada a l´autor és tot el que ens molesta als habitants d´aquesta ciutat: soroll, borratxeres, drogues, festes constants a tots llocs, etc...

És un llibre vitalista, bastant ingenu i curiós per a qualsevol que hi vulgui conèixer com ens veuen desde fora, però crec que no aporta res de nou, doncs li falta una mica de ironia.

miércoles, 14 de octubre de 2009

EBRO 1938 DE RUBÉN GARCÍA CEBOLLERO



Ebro 1938. La batalla de la tierra alta.
Rubén García Cebollero
Ed. Nowtilus, 2009
346 pp
19,95 euros.


Rubén García Cebollero ha escrito un libro profundamente triste pero a la vez enormemente vital. Rubén habla de los que no pudieron y a los que no les dejaron vivir, de esas vidas desperdiciadas en una contienda, de la inutilidad de la guerra. Y también de esa estúpida Europa que dejó que una generación se perdiera en un campo de batalla.

Rubén García Cebollero (1975) debuta en la novela con una historia que remuerde conciencias y que mordisquea los higadillos de los que ahora pretenden hacer una revisión de la historia tras ver Raza y no les reconcome la conciencia intentando ocultar la relación entre el Franquismo y el advenimiento del Nazismo. Y, seguramente, Rubén, no habrá deparado en que después de leer su historia uno se vuelve profundamente antieuropeo, porque desentraña todo el estiercol de las actuaciones de países tan "profundamente" democráticos como Francia e Inglaterra.

Por eso la novela de Rubén no es sólo que sea una buena novela, una gran novela -si me lo permiten-, además es muy oportuna para entender el advenimiento de una nueva generación de neofascistas. Pero la novela de Rubén García Cebollero no es solamente eso, además esconde un sinfín de vidas reales, de las que tienen nombre, de las que no hace falta imaginar, de juventudes perdidas y jamás recuperadas y también, para atizar a todos lados, demuestra la ingratitud de los que, devuelta la democracia a España y llamándose de izquierdas, no han sabido y no han querido recordar el sacrificio de una generación, de toda una generación y han mirado hacia otro lado.

No es hora de homenajes, es hora de dignidad y Rubén despedaza acción a acción y palabra tras palabra -y las palabras duelen, e, incluso, hacen llorar- la realidad vivida, la realidad no siempre ni entendida ni contada ni estudiada. Muchas veces oculta, otras tantas sublimada, incluso recreada y vendida desde el estranjero por relatos de otros que luego han sido considerados como grandes de la literatura como Hemingway.

Pero Rubén es más un Arturo Barea, es más un eslabón secuencial de quien ha heredado el pellizco de la guerra y ha tenido la inquietud de contarla, no sólo desde el punto de vista de vencedores ni de vencidos, también desde el punto de vista de adónde nos llevó, de las ilusiones que se perdieron en el camino. En eso no hay ni vencedores ni vencidos, algo que ya había leído a Barea.

Rubén es mucho más crudo y para ello no evita mancharse, ensuciarse, utilizar toda la violencia verbal de la que es capaz para recrear con realismo qué ocurrió en aquella batalla, en aquella larga batalla del Ebro. Y lo hace de maravilla con una puesta en escena que cambia constantemente de punto de vista, que rueda de personaje a personaje, personajes que son ya tan de carne y hueso como nuestros vecinos.

Rubén consigue algo más que una novela coral, consigue que la guerra hable por sí misma, a veces abusando de la enumeración, desasosegándonos constantemente, no dejándonos respirar ni un minuto para caer en el más cruel de los abismos donde incluso los amores se extinguen y las desgracias perduran por generaciones.

Rubén nos abandona a un texto emocionante, triste y a la vez un canto a vivir y a revivir la generación que no pudo hacerlo. Rememorando la historia de Maik, una de aquellas que se clava en la memoria de uno y que permanece, o la de Basilio y su correspondencia que jamás llegará a su destino.

Rubén nos vence con una narración que, además de no dejarnos respirar, nos conduce a revivir las desgracias de bombardeos, de metrallas, de pontoneros, de libertades traicionadas, de engaños furtivos de uno y otro lado, de mentiras, de derrotas, de fines, de historias que perduran. Y, sin embargo, cuánta ternura esconde la narración, cuánta delicadeza, cuánta lágrima derramada.

Rubén Garcia Cebollero descubre en la fiereza del paisaje destruido, en la desgracia de las vidas que no se vivieron la belleza de una narración serena, profunda y bien llevada.