La lista
Juan Bosco
Principal de los libros, 2012
413 pp.
22,50 euros
Si a cualquier lector se le habla de un libro llamado La lista, muchos pensarán en seguida en
la novela – y, sobre todo, en la película – La lista de Schindler. Sin embargo muchos lectores desconocerán
otra historia más cercana sobre una lista, una historia reciente que nos
desvela como el general Franco fue objeto de varios atentados. Uno de ellos,
del que habla el libro La lista,
pudo haber cambiado el curso de la historia y quién sabe si de la posterior
guerra civil. Pero La lista no trata
específicamente de ese hecho, sino de la época en que ocurre y de los protagonistas de la novela, personas
cuyas vidas se olvidaron y quizá sólo permanecían en el recuerdo de algunos que
les conocieron.
La lista es una novela trepidante, a caballo
entre el thriller y la novela de intriga, con elementos de novela negra.
Imagínense que alguien descubre una lista en la que aparecen una serie de
nombres de personas vecinas y conocidas
que una a una van desapareciendo misteriosamente. Enmarquen este hecho en la
posguerra y añádanle un amor prohibido con la hija de un noble, que además será
luego una buena aliada, y tendrán delante buena parte de lo que es La lista. Su autor, Juan Bosco, que ya
había hecho alguna incursión literaria, básicamente en la poesía, pero que
provenía del mundo de la música, nos presenta este episodio de la historia de
su pueblo, la villa de la Orotava (Tenerife).
Una de las preguntas que yo mismo me he hecho antes de leer
este libro es si hacía falta otra novela sobre la guerra civil o la posguerra
tras las exitosas y recientes Las 13
rosas o Soldados de Salamina.
Probablemente la pregunta está mal encaminada. Uno se apercibe de ello al
finalizar el texto. No se trata de una historia más de la guerra civil,
básicamente porque los que conozcan un poco la historia de Canarias sabrán que
allí guerra hubo poca. Básicamente se trató de un golpe de estado que partió de
allí y que posteriormente desembocó en una atroz matanza de todos aquellos
ciudadanos leales a la República. Fue una verdadera masacre entre vecinos pues
todos se conocían y todavía no era Tenerife la isla paradisíaca que sería para
los turistas a partir de los años 60. Hubo mucha represión y ese ambiente
asfixiante, sumado al concepto de aislamiento del que ya habló Unamuno unos
años atrás, es el que se refleja en La
lista.
Otra particularidad es que uno de los personajes relevantes
es un monje, el hermano Lucas, venido desde Francia y nada afecto al Régimen
tal y como uno se apercibirá a lo largo de la historia. Curioso que sea
precisamente un religioso el desencadenante de los sucesos posteriores cuando
la iglesia en general estuvo tan al lado del bando victorioso. Pero no hemos de
olvidar que también hubo religiosos leales a la democracia y a la República.
La lista refleja el ambiente de posguerra con
realismo por lo que es deducible que ha habido un importante proceso previo de
documentación.
Una de los aspectos destacables y que creo que es el
trasfondo al que nos lleva la historia es la necesidad de que la memoria
permanezca, de que los sucesos se conozcan, sean parte de nuestras vidas y se
integren en nuestras realidades. Olvidar el sufrimiento de esas personas sería
olvidar una parte de nuestra historia.
La Lista es una novela que avanza con
lentitud en su inicio, partiendo de un hecho histórico puntual como es el
intento de asesinato de Franco, pero luego avanza con rapidez. La parte final
del libro se lee con una cierta agonía para llegar a conocer el desenlace. Es
un libro altamente recomendable tanto desde el punto de vista histórico (a
pesar de que existe una licencia literaria en algunos aspectos de la narración)
como desde el punto de vista puramente novelesco. Un libro que nos acerca un
episodio reciente de la historia de Canarias y
- por qué no- para disfrutar estas vacaciones.
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