Abrieron las ventanas
Raúl Hernández Garrido
Ediciones Irreverentes, 2009
248 pp
15 euros
Ediciones Irreverentes presenta esta primera novela de Raúl Hernández Garrido, un escritor que ya había cultivado otros géneros como el relato y el teatro. También el cine. La presente novela ganó el II Premio Irreverentes de novela.
Es Abrieron las ventanas una novela extraña. Extraña porque abarca diversos géneros y a la vez se difumina en todos ellos. La han denominado novela gótica, de terror, también tiene algo de thriller. Pero no se adapta completamente a ninguno de los géneros.
Es también una novela en la que se encuentran diversas partes y diversos ritmos. El inicio es trepidante. Un terrorista, Santos Valbuena, es conducido a la prisión. Por el camino y, tras un accidente, el preso huye. Esta es una parte de gran movimiento en la que también el narrador describe todo lo que, a gran velocidad, pasa por la mente del asesino. A ratos nos retrotrae al momento del atentado en el que se supone que mueren muchas personas. Luego nos lleva a la espesura de un bosque impenetrable por el que huye sucio, hambriento y arañado. Nos imaginamos un lugar inhóspito que paradójicamente nos llevará a otro lugar muy diferente que al final no será lo que aparentaba. La Mansión.
La primera parte, que ocupa el principio de la novela, da paso a una segunda donde el ritmo decrece. A veces parece que el hilo se pierde porque el segundo tramo de la novela tiene mucho de onírico. Hay muchos juegos de espejos, de atmósferas turbias, de oscuridades y de siniestro.
A continuación aparecen personajes de época. Se inicia una relación con dos chicas que son hermanas. Hay momentos en que Santos tiene la impresión de haber estado siempre en la Mansión. En otras ocasiones todo es cambiante y empieza de nuevo, porque es un territorio en movimiento.
El protagonista pretende atrapar a ambas chicas, Clara y Eloísa, pero poco a poco él será el atrapado como un cazador cazado o la presa en una telaraña.
La trama es circular, parece que no avance, es envolvente sobre el protagonista, pronto el ambiente es asfixiante. A todo ello se añade un cuarto personaje que también proviene del pasado y de cuya historia vamos obteniendo retazos, como ocurrió con el pasado del terrorista Santos. Ese personaje es Juan Domingo Urbieta.
A veces da la impresión de que Santos e Urbieta son la misma persona, en otras son dos facetas del mismo personaje.
En fin, novela con una cierta desestructuración, con mucho de género negro, de thriller psicológico, de novela de época, de cuento gótico. Que cada cual elija la denominación que desee. Abrieron las ventanas, premio Irreverentes.
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