Mujeres cuentistas. Antología de relatos.
Varias autoras
Ed. Baile del sol, 2009
220 pp
12 euros
Cuando uno encuentra una propuesta como la que presenta esta antología de relatos, Mujeres cuentistas, siempre se pregunta sobre la aportación de cada uno de los autores, aquí autoras. No es que a estas alturas no sea lícito realizar una antología de mujeres, todo lo contrario, aunque uno pudo asistir no hace mucho a una agria polémica que ponía en cuestión la aportación de esta antología a la literatura en general. Más bien el problema viene dado por la desigual aportación que cada autora hace y por la variedad de estilos y de temas, incluso de puntos de vista, y no por el hecho de que un grupo de creadoras decida juntarse para realizar una propuesta como la presente. Ya se sabe, como alguna vez he dicho, que las antologías las carga el diablo.
Abordado así el tema lo primero que se encuentra es la rotundidad de los relatos de una de las autoras, Inma Luna, de la que no cabe destacar un único texto, sino prácticamente todos ellos, por esa capacidad de otorgar a la historia un último giro, una última visión, una última vuelta de tuerca que nos deja el cuerpo extrañado, fuera de lugar, un tanto sensibilizado a lo que hemos leído. En "La ilusión de la viuda" se encuentra esa última mueca irónica que nos desplaza. En "La Rubia" hay esas dos mitades del mundo, esas dos realidades irreconciliables,esas dos visiones del mismo objeto vistas de forma diferente. En el microrrelato "Pundonor" lo importante es lo que no se dice, lo que se oculta, lo que no aparece. Es la historia de la historia, la historia de lo obviado.
También llama la atención el relato de Ana M. Pérez Cañamares "El hombre soñado", relato del otro lado de la cotidianidad, de su parte más amarga y también de la desconfianza.
Por último, destacaría dos de los relatos de Déborah Vukusic: "Mustafá y el ruiseñor", relato sobre la vida, el amor, la mentira y su fin. Y, también, un relato sutil pero, a la vez, de esos que remuerden las entrañas por la temática que trata, los abusos a menores. Su título: "Borges ha muerto". Tan real y, a la par, tan delicadamente tratado.
Disfruten los lectores de esta propuesta literaria, de este conjunto de autoras en las que encontrarán diversos estilos y diversas miradas al mundo.
Abordado así el tema lo primero que se encuentra es la rotundidad de los relatos de una de las autoras, Inma Luna, de la que no cabe destacar un único texto, sino prácticamente todos ellos, por esa capacidad de otorgar a la historia un último giro, una última visión, una última vuelta de tuerca que nos deja el cuerpo extrañado, fuera de lugar, un tanto sensibilizado a lo que hemos leído. En "La ilusión de la viuda" se encuentra esa última mueca irónica que nos desplaza. En "La Rubia" hay esas dos mitades del mundo, esas dos realidades irreconciliables,esas dos visiones del mismo objeto vistas de forma diferente. En el microrrelato "Pundonor" lo importante es lo que no se dice, lo que se oculta, lo que no aparece. Es la historia de la historia, la historia de lo obviado.
También llama la atención el relato de Ana M. Pérez Cañamares "El hombre soñado", relato del otro lado de la cotidianidad, de su parte más amarga y también de la desconfianza.
Por último, destacaría dos de los relatos de Déborah Vukusic: "Mustafá y el ruiseñor", relato sobre la vida, el amor, la mentira y su fin. Y, también, un relato sutil pero, a la vez, de esos que remuerden las entrañas por la temática que trata, los abusos a menores. Su título: "Borges ha muerto". Tan real y, a la par, tan delicadamente tratado.
Disfruten los lectores de esta propuesta literaria, de este conjunto de autoras en las que encontrarán diversos estilos y diversas miradas al mundo.
Gracias, Luis, encnatada de conocernos por aquí. Un abrazo,
ResponderEliminarAna
Encantado yo de leerte.
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