Sayonara sushi
Raul Romeva Rueda
Ed. Plaza y Janés, 2012
224 pp
16,90 euros
Raul Romeva era conocido por su actividad política, por su labor en el parlamento europeo. Ahora se lanza al mundo de la ficción –no es su primer libro pero los anteriores lo fueron de no ficción- por lo que éste es su bautizo literario. El título: Sayonara sushi. Un thriller con trasfondo ecológico y de denuncia social. El propio autor admitía en su presentación a la prensa que le parecía que hablar del tema de la sobrepesca o de las redes de inmigración ilegal daban para un formato como el de la novela dado que la posibilidad de llegar a un mayor número de lectores no se daba a través de un ensayo como los que ya había escrito con anterioridad. Así nos encontramos con este Sayonara sushi. Y tenemos un poco de acción, un poco de sexo –incluido sexo homosexual entre mujeres, para los morbosos- y bastante de trasfondo ecológico que es a la postre lo que más me ha interesado del libro. Las heroínas son una periodista de Televisió de Catalunya, TV3, Paula Ramos, y una parlamentaria europea de izquierdas nada al uso, Kira.
El argumento: Un atunero que estaba recogiendo una de las jaulas de pesca vislumbra un naufragio. Sus tripulantes no prestan ayuda a los náufragos pero algunos de éstos logran sobrevivir gracias a agarrarse a la jaula. Llegan a Malta. Paula Ramos, enterada de la noticia por televisión, lleva a su equipo, su cámara, con la intención de investigar una posible red de tráfico de inmigrantes. Una vez allá topa con una realidad bastante peor. Descubre todo un entramado político-económico-contrabandístico del que no se salva ni la Comisión Europea. Descubre la política corrompida y los intereses de una multinacional japonesa en la pesca del atún y hasta pone en peligro su vida. Y hasta aquí puedo contar.
Desde el punto de vista del contenido es interesante ver utilizar a un político la ficción para contar cosas que suceden en la política europea mostrando por una lado una faz comprometida de ciertos políticos y por el otro la faz oscura de los que se venden por intereses económicos, en este caso de las empresas que acaban comprando el pescado para su consumo en Japón como sushi. También nos lleva a reflexionar sobre la moda del sushi y a que tomemos conciencia de cuán perentorio es el equilibrio del mar, en este caso del Mediterráneo y del atún rojo a punto de la extinción. Sirve de reflexión sobre una realidad más o menos oculta que aquí se convierte en narración ficcionada. En este sentido podíamos decir que es un libro atrevido y valiente.
Por otro lado resulta preocupante que la política no baste para denunciar lo que el libro muestra. Como si tanta noticia de telediario, tanto mensaje interesado nos tapasen los ojos, los oídos de otros realidades que se ocultan simplemente porque no interesan. Sobre el particular lo máximo que oímos hablar es sobre la cantidad de cuotas de pesca que corresponden a un país o a otro, pero nada del contrabando de votos para aprobar una directiva, o para hacerse con un porcentaje determinado de pesca. Desde este punto de vista Sayonara sushi supone una defensa a ultranza de una forma de hacer política alejada de los trajes y de la corbata y cercana a la acción directa. Entre medio de ello aparecen las ONG y Greenpeace en particular.
Desde el punto de vista literario destacar a las dos protagonistas femeninas que mantienen la acción tanto desde el punto de vista del desarrollo de la misma como desde el punto de vista sexual, pues hay una subtrama dirigida a que se conozcan. Hay otra subtrama del hermano de Paula que queda un poco desdibujada y hasta cierto punto desconectada de la acción e historia principal.
Así pues el título no puede ser más acertado. Sayonara sushi. Algo así como adiós sushi o se acabó el sushi, porque la sobrepesca acaba con el pescado. Pero Sushi también es el sobrenombre de la protagonista a la que se le pone ese mote por su afición al producto. Tras leer el libro seguro que más de uno pensará en qué tipo de pescado está comiendo.
Sayonara sushi un libro que un lector voraz devorará en una tarde.
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