viernes, 21 de mayo de 2010

DIARIO DE LAS ESPECIES DE CLAUDIA APABLAZA


Diario de las especies
Claudia Apablaza
Ed. Barataria, 2010
176 páginas
13,50 euros

Diario de las especies, el libro de Claudia Apablaza(1978), chilena momentáneamente afincada en Barcelona, es un libro singular. Singular por su planteamiento metaliterario que traspasa el argumento. Es un artefacto narrativo que no sé hasta que punto podemos denominar novela, pues desmenuza y deconstruye el concepto tradicional de novela. Apablaza crea una forma de organizar el material narrativo a semejanza de los blogs en donde expone un tema, como un post, y deja que los lectores le vayan respondiendo. Es evidentemente una novela deslavazada porque pretendidamente Claudia Apablaza utiliza los mecanismos reales de los blogs en los que se pasa de una conversación a otra sin ton ni son. Refleja una tendencia actual del mundo, no ya del mundo literario, que también, pero básicamente del mundo de la comunicación por internet. Así los sucesivos posts van planteando materias que tienen que ver con la creación de una novela: los personajes, los tiempos, el final, hasta el propio proceso de publicación. También en cada uno de los capítulos hay numerosas reflexiones sobre algunos libros. El personaje central de la novela es casualmente una chica chilena que viene a España a escribir una novela influenciado por la figura de Enrique Vila-Matas. Así se convierte en el alter ego de la autora de la que toma algunos rasgos biográficos. Inicia una suerte de peregrinaje entre autores con especial hincapié en Vila-Matas y en la belga Amelie Nothomb. Casi completa de un modo quizá precipitado, saltando de autor en autor algo como un improvisado Curso de Literatura Europea, que sin ser el de Nabokov, si nos da pistas de aquellas materias y autores que interesan al personaje central que viene firmando todos sus escritos como A.A. Al mismo tiempo va pasando alternativamente del escenario europeo al chileno y sudamericano, trazando paralelismos, símiles y pasarelas.


Desde el punto de vista puramente formal la apuesta de Apablaza es una apuesta arriesgada que deberíamos inscribir en la tendencia a narrar fragmentariamente. Algo que debe ser como en su momento fue el descubrimiento de la fotografía que obligó a los artistas a pasar de un arte figurativo a otro abstracto. Tendencia que aquí en España nos ha dado experimentos como Nocilla dream y el resto de la trilogía de Agustín Fernández Mallo. También Vicente Luis Mora ha circunscrito algunos de sus trabajos a esta visión fragmentaria.


Jordi Corominas compara Diario de las especies con un cuaderno de navegación, de hecho en tanto que blog es algo así como una bitácora con una doble vertiente. Por un lado vital y por el otro literaria. Ambas se funden en el texto que salta de una situación a otra. Algunos lectores pueden verse apabullados por tantas conversaciones abiertas, por tantas palabras y personajes, sobretodo aquellos que no están acostumbrados a los blogs y a las redes sociales.


Quizá la parte final se convierte en un cuadro más abstracto todavía. De lo que no hay discusión es que la autora chilena maneja con soltura los conceptos creativos y el conocimiento de los grandes autores de la literatura. Quizá para algunos lectores no avezados a la literatura chilena algunos nombres se le escapen. Pero, lo importante es avanzar por esa derrota que nos propone Claudia Apablaza, una forma de escribir y describir el mundo diferente, menos lineal, con muchas lecturas. Quizá sea la única forma de poder entender las múltiples vertientes que tiene hoy en día nuestro mundo. No olvidemos al fin y al cabo que la literatura también es una forma de reflejar el mundo.


Seguiremos los futuros proyectos de esta joven autora chilena.

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