jueves, 10 de junio de 2010

VERSOS ANORMALES DE JORGE LARENA CASTEJÓN.


Versos anormales
Jorge Larena Castejón
Mandala Y Lápiz cero, 2010
85 pp
12 euros.

A Jorge Larena le conocíamos en su faceta de novelista -Sombras de otoño, Las tablas de Agartha- pero no en su faceta de poeta. Así nos encontramos con estos Versos anormales. Versos que tienen dos características fundamentales: simplicidad y sinceridad. Jorge Larena es un fiel seguidor de la tradición lírica popular, pero reconvertida a sus propósitos. Versos anormales es algo así como un mapa de vida, una carta de navegación para vivir sin perderse. Es un resumen de cómo concibe el mundo el autor. E, incluso, y espero que no se moleste, es algo así como un libro de autoayuda convertido en poemario. Un libro de autoayuda que se aplica el autor y que deja escrito por si a alguien le pudiera servir.

Los versos de Jorge son versos limpios, directos, versos que huyen de lo rebuscado, del artificio, de la metáfora. Son versos para ser entendidos incluso por aquellos que habitualmente no se acercan a la lírica. Este hecho lo agradecerán especialmente los alérgicos a la poesía y mucho menos los lectores habituales de este género.

Jorge Larena diseña un mapa en donde cabe desde la realidad más cercana de los telediarios hasta los sentimientos más íntimos y personales. Si me dejan escoger, a mí me llega mucho más su verso certero, casi afilado como el corte de un bisturí, cuando habla de la realidad social: consumismo, pérdida de valores, capitalismo, etc... Es donde sale la parte más combativa del autor. Otros preferirán la parte más sentimental que unas veces adopta la voz del hombre que explica su experiencia y otras se convierte en una suerte de gurú, papel en el que Jorge Larena parece sentirse cómodo.

Los poemas, de métrica irregular, desnudos de artificios retóricos si exceptuamos las repeticiones en todas sus formas (anáforas, reiteraciones...) como si el poeta deseara dejar constancia de la necesidad de que sus palabras permanezcan. No sabe uno si la pretensión es que queden en los lectores o también en el propio autor, en esa suerte de doble papel que adopta, de doble voz que aparece en todo el poemario.

Hay algunas palabras que obsesivamente se repiten durante todo el libro: Amor, esperanza. Deben ser palabras milagrosas, algo así como eslabones de lo que el autor mismo llama “versos curativos”. Esperanza en mayúscula y esperanza en minúscula. Ambas. Piezas de un tablero del mundo que Jorge Larena construye.

Estos son algunos de los versos de Jorge que me han llegado especialmente:


“Corren malos tiempos para los ciudadanos
tiempos para
caminar entre los escombros de la ética
pensar es casi un rasgo de locura” (p.16)

Algo un poco más íntimo:

“Estoy viviendo horas de preguntas
horas sin tiempo
horas de incógnitas.” (p.31)

Y otro:

“como un pespunte
en algún rasguño de mi alma
las cicatrices guardan memoria” (p.40)

Leer estos poemas de Jorge Larena es también aventar algunos recuerdos de Bécquer, de Benedetti, de Neruda. Busquémoslos.

3 comentarios:

  1. Leí el libro hace unos meses. Jorge siempre sorprende. Es su máxima cualidad como escritor y diré que también como persona desde el afecto que le dispenso-. Son muy recomendables estos poemas nacidos desde la sensibilidad y los sentimientos, en esa búsqueda por lograr un mejor universo. El autor enlaza su pasión por la escritura con su aliento por la vida. Felicitaciones, poeta.

    Teo Revilla.

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  2. Leí los Versos anormales y ahora este libro forma parte de mi bolso.

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