Tres inhalaciones
Luis Miguel Rabanal
Amargord, 2014
105 pp
12 euros.
A los que somos asmáticos el
concepto inhalación siempre nos lleva al mismo lugar. Esa sensación de falta de
aire que se cura con la inhalación de algún medicamento. No sé si Luis Miguel
Rabanal (1957) es asmático -quizá debería habérselo preguntado- pero aquí creo
entender su significado. Creo ver ese alzar la cabeza para respirar aire fresco
cuanto todo alrededor está viciado hasta el ahogo.
Tres inhalaciones contiene tres poemas largos de temática
diferenciada cuya característica esencial sea quizá la necesidad de respirar
para abandonar el aire viciado. De respirar aire fresco, de libertad, de ahogo
que necesita calmarse.
El primer poema , Las
luces largas, parte de una cita que corresponde a una noticia aparecida en
un periódico. En ella se habla de un accidente de tráfico. Habla también de
otras hipótesis: suicidio, atropello, un conductor a la fuga. Luis Miguel
Rabanal parece describirnos la escena, las sensaciones que pasan por el
accidentado, lo que allí se ve y se siente y en una posible historia y su
devenir posterior (p. 9):
“Se acerca la luz
como el mal se acerca.
Nada ya se oye”
Y también en (p.17):
“Morir no tiene por qué
ser diferente a pasar
las aguas con cautela”
La segunda parte contiene un
conjunto de poemas bajo el título genérico de Pequeña galería de poetas sin reloj. En dichos poemas, cada uno de
ellos titulado, aparece nombrado un poeta. Cada poema viene precedido de una
cita de dicho poeta y da la impresión de que el contenido del poema parece
recrear o estirar de la historia de la cita. Al final los poetas se interrogan sobre
sí mismos o sobre el oficio poético y sus alrededores. Hay un poco de ironía,
algo de absurdo y de chanza, de reírse de uno mismo (p.31):
“¿Por qué enmudecen los poetas
a las seis de la tarde? ¿Por qué se desabotonan
la camisa como si nadie
estuviera?
Que alguien nos saque de dudas,
por dios.”
Por estas páginas pasan: Efraín
Huerta, Rosa Chacel, Jaime Gil, Anna Ajmatova, Philippe Soupault, Neftalí
Reyes, Unica Zürn, Victoriano Crémer, Wystan H.Auden, Luis Cernuda, Marina
Tsvetáieva, Panayoti Seretide, Carlos Edmundo de Ory, Álvaro Mutis, Césare
Pavese, Gottfried Benn y Marguerite Duras.
Otros ejemplos (p. 33):
“Los poetas benditos, los poetas malditos,
esos sí que experimentan unas
ganas de morirse
locas”
“¿Habrán sido los poetas alguna
vez
verdaderamente felices?” (p.35)
“Las poetas permanecen
ensimismadas alrededor
de la encina, han salido un
ratito a mirar
el estertor de la noche” (p. 42)
“Los poetas orinan en sus manos
en sueños” (p.46)
La tercera parte contiene un
largo poema de amor, es un decir. Su título: Un poema de amor. En él fundamentalmente se habla de un caso de
malos tratos, de vejaciones, de violencia contra la mujer (p.50):
“no me des en la cara por favor
he sido buena
acataré lo que tú digas”
El poema pare ser un diálogo
entre el maltratador y la maltratada.
“no me veas con odio
no soy ruin como insinúan afuera
me mortifican tus ojos si miras a
alguien” (p.56)
Tres inhalaciones, tres instantes en que uno necesita respirar aire
fresco, de Luis Miguel Rabanal.
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