lunes, 6 de diciembre de 2010

LA ÚLTIMA LLUVIA DE FRANCISCO MORALES LOMAS


La última lluvia
Francisco Morales Lomas
Ed. Carena, 2009.
79 pp.
10 euros.

Francisco Morales Lomas es un autor multipremiado tanto en prosa, poesía o ensayo. De su poesía destaca su vocación humanista que trasciende al hombre y nos acerca a la espiritualidad, espiritualidad que se ve reflejada en el libro La última lluvia con más de una alusión a la religión. Sin embargo no es La última lluvia un libro con una unidad temática. En la primera parte básicamente dominan los temas en los que el agua adopta un papel fundamental tal y como se expresa en el título, ya sea en su vertiente marina o de lluvia. En la segunda parte del libro destaca también la presencia de elementos relativos a la tierra andaluza, su querencia por los paisajes, la alusión a los colores y a la tauromaquia.


No sólo se puede hablar de una inexistencia de unidad temática concreta, tampoco hay una unidad estilística pues encontramos composiciones poéticas rimadas y composiciones sin rima. Las composiciones rimadas adoptan la forma de soneto. Lejos de ser una dificultad esta variación de temas y formas nos da una visión global de los asuntos que preocupan al autor y aquellos que constituyen su nudo poético.


El aficionado a la poesía encontrará en los poemas de Francisco Morales Lomas un cierto clasicismo, a veces un lenguaje excesivamente barroco o intrincado que, en ocasiones, resta un poco de espontaneidad a la composición y la lastra con abundancia de adjetivaciones que parecen gustar mucho al autor.


Gusta a Francisco Morales Lomas jugar con las contradicciones y reiteraciones en el lenguaje, también con las paradojas. A veces nos conduce a afirmaciones contundentes, en otras ocasiones nos arrebata con su suavidad y nos sorprende con sus cierres en los poemas. Por lo general no se prodiga en la crítica social pero uno de los poemas que más he disfrutado ha sido el presente sin título:

Ya llegó el amigo americano
con asombro ante los cristales rotos.

Con la angustia que precede a la nada
y es un falso propósito para la conquista.

Lleva el paso cambiado
y la torpeza de precipitarse por el vértigo
de lo que en su caída, brota.

Como brota la muerte en los cementerios
y en la ágil desmemoria.

Volviendo siempre hacia ninguna parte,
lugar ancho donde claudica el mundo.

Envolviendo las cosas con palabras
para que huelan mejor y eviten las heridas.

Disfruten del descubrimiento de este autor, sobre todo los lectores a los que apasionen las formas clásicas.

2 comentarios:

  1. Estimado Luis, muchísimas gracias por esta visión de mi obra que enriquece otras lecturas.
    Morales Lomas

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  2. Gracias a ti, Francisco.Siempre es un placer leer.

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