Flores para Algernon
Daniel Keyes
Traducido por Domingo Santos
Editorial Alamut, 2019
19,95 €
262 páginas
Daniel
Keyes (1927-2014) fue psicólogo y escritor estadounidense cuya obra más
importante es Flores para Algernon publicada primero como relato corto y con la
cual obtuvo el premio Hugo (1960) y, con posterioridad como novela, el premio
Nébula (1966), uno de los premios más prestigiosos de ciencia ficción.
Flores para Algernon trata de un chico de 32 años, Charlie Gordon, que ha nacido con un coeficiente intelectual
muy bajo y es propuesto para llevar a cabo un experimiento científico por el
cual le harán una intervención quirúrgica en el cerebro y ,si el resultado es
positivo, podrá conseguir una inteligencia extraordinaria.
Previamente este experimento ha sido llevado a cabo con
resultado positivo a un ratón, Algernon. Un ratón con una inteligencia fuera de
lo común.
Pronto
nos daremos cuenta de que la vida de Charlie va unida a la vida de Algernon.
Charlie
lleva una vida anodina y feliz. Trabaja en una panadería y su trabajo lo hace
con pulcritud y eficiencia. Él cree que tiene muchos amigos pero realmente todos sus compañeros se rien de
él.
Las
personas que llevan a cabo el
experimento son el doctor Strauss, psiquiatra y neurólogo, y el profesor Nemur.
Les ayudará Alice Kinnian, que será una de las personas más importantes en la
vida de Charlie.
Desde el principio debe hacer cada día un
“Informe de progresos” que comienza un 3 de marzo (el autor no indica el año) y
que le irá controlando el doctor Strauss:”Cuanto más inteligente te vuelvas,
más problemes tendrás, Charlie. Tu crecimiento mental va a superar tu
crecimiento emocional”(pág.49).
En
el primer informe de progresos vemos a Charlie escribiendo con muchísimas
faltas de ortografia. Cuando llega al noveno informe ya podemos apreciar su
evolución.
Poco
a poco van desapareciendo los errores ortográficos ya que Alice le enseña un
libro de gramática y ahí encuentra todo lo que necesita para escribir bien: “15
de abril. Ahora leo mucho, y casi todo queda en mi cabeza. Además de historia y
geografia y aritmética, miss Kinnian dice que debería comenzar a aprender
lenguas extranjeras” (pág.50)
Charlie
se convierte en un genio. No solo es capaz de asimilar todo lo que lee y comprenderlo
sinó que llega a saber más que los
propios médicos. Lee miles de libros de todo tipo de materias y memoriza todos
los conceptos.
Es
en este proceso donde Charlie comprenderá que no tenía amigos, que sólo se
reían de él. Esto le provoca mucha ira. Poco a poco irá recordando su pasado:
un padre amargado, una hermana mimada y superprotegida y una madre que se
averguenza de tener un hijo “imbécil”.
Descubre
las emociones, el sexo, el alcohol, la rabia, la soledad, incluso el engaño. Se
vuelve asocial y reflexivo y, a la par, ve cómo Algernon también va sufriendo
cambios.
Y
en medio de la historia está Fay y está Alice.
¿Puede
el experimento tener la posibilidad de que haya una regresión? Para descubrirlo
es necesario leer esta maravillosa novela.
Es
un libro para reflexionar y, pese a que es una obra de ciencia ficción, nos
lleva a sentir emociones encontradas y a debatir con otras personas que también
han leído la novela de Daniel Keyes, Flores
para Algernon.
Por
cierto, el significado del titulo de la novela es un momento muy emotivo del
libro, serà la última frase que cierra la obra.
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